30 marzo 2011

EL CHALTÉN

Primera parada dentro del Parque Nacional de los Glaciares, y uno de los pueblos destino turístico para escaladores y caminantes varios. Su principal atractivo es el monte Fitz Roy, imponente mole de granito que se desliza sobre el cielo, y que ha sido el causante de más de una víctima en sus intentos por ascenderlo. Aquí el clima es totalmente cambiante por segundos, y el viento azota como si le fuera la vida en ello.
El Chaltén, tiene realmente sólo unos 20 años, y está en plena expansión turística. Nació como un conflicto territorial con Chile, y en breve, se pagará por hacer los gratuitos y accesibles trekkings que hay ahora.
La subida al Fitz Roy, es espectacular, no muy dura (tan sólo en su último tramo) y fantásticamente paisajística. Y una vez arriba, te lo encuentras. Aunque ya visto en fotos, impresiona.













Más fácil es la ascensión al Cerro Torres. Así que, para complicarlo más, intentamos subir a su glaciar, justo después de una señal que recomendaba no pasar de este punto.



Tras surfear colina abajo en vertical, mientras las piedras se desprendían a nuestro paso, y golpeaban nuestras caras los suaves copos de nieve, violentados por las cambiantes e impredecibles ráfagas de viento, nos dimos cuenta tras un largo descenso, que por tan sólo un par de metros, no podíamos cruzar un torrentoso río, y escalar el glaciar, innovando así este trekking.







En la subida, tónica común con este clima, tras surcar cascadas y matorrales, perdimos la referencia y a nosotros mismos, consiguiendo en última instancia el retorno al pueblo, con el apuro de la inminente caída de la noche.
Pero la oscuridad se rindió ante la luminosidad de una hermosa luna llena. Imponente en la magnífica perfección de su esfera, más cerca que nunca de la Tierra (al menos hasta dentro de 18 años), nos guió en los obstáculos y las sombras del camino, llegando a tiempo para emprender el viaje a El Calafate.

No hay comentarios:

Publicar un comentario