BARILOCHE (1)

Apuradas las últimas birras, cenas y celebraciones, terminando en el carnaval de El Bolsón, es hora de escapar de esta ciudad.
Atrás quedan artesanos, hippies, pijippies y trotamundos varios, experiencias y amistades.
San Carlos de Bariloche, o como se le conoce internacionalmente, Bariloche, cambia radicalmenete la estética de ciudad. Ya no se ven rastas y colores, pasando a la ropa deportiva de montaña y a un turismo más exclusivo.





Centro turístico





Lago Nahuel Huapi

 Bariloche es la meca del esquí en invierno, y de la escalada y mountain bike en verano, además de pertenecer al Parque Nacional de Nahuel Huapi, rodeado de lagos y montañas, el primero en Argentina (con el lago principal y su leyenda: El Abuelito, que tiemble Nessy)
Eso hace que las calles cercanas al centro turístico (cerca del lago), estén llenas de locales comerciales turísticos, mientras colina arriba se sitúan los barrios de clase obrera (abajo y a la izquierda) y alguna villa precaria más conflictiva. El año pasado, estalló el conflicto, al asesinar la policía a 3 chavales, manifestándose la clase baja en masa en la zona turística y boicoteándoles la temporada de invierno durante un mes. Sólo echando un vistazo colina arriba, se ve la diferencia clasista en esta ciudad.
Tuve la suerte de pasar unos días, en la humildad de estos barrios, y conocer el día a día, tomando unos mates y comiendo con ellos, a la vez que acabar surcando las calles en un coche tunning a ritmo de cumbia y metal extremo (sí, curiosa mezcla).
Terminar la noche en el Che Papá ( Jonh O´Connor con Mitre), comida vegetariana/vegana y rock, es una gran opción.