PUERTO NATALES

Cada vez más austral, esta ciudad, ya en Chile (primer paso fronterizo), es la vía principal para acceder a uno de los más espectaculares Parques Nacionales de Suramérica, el Torres del Paine.
La ciudad debe su prosperidad, a que el resto de los pasos al Torres no tuvieron tanto éxito.
Observando los planos del parque y sus accesos, se vé un paso, Paso Zamora, a tan sólo 2 horas desde El Calafate, que uniría las dos zonas, con posibilidad de acceder a trekking, pero si se abriera este paso, Puerto Natales, posiblemente, tendría un descenso de su economía, que se basa en el turismo.
Intereses políticos y territoriales a parte, esta ciudad está bastante concienciada, en su unión ciudadana. Hace tan sólo unas semanas, tras una nueva ordenanza del estado central chileno, que subía el precio del gas al ciudadano, se bloqueo el acceso al pueblo desde todas las carreteras, forzando a retirar dicha ordenanza.
Y es que la República Independiente de Magallanes (no declarada) tiene un aire diferente al resto de Chile.
Nos alojamos en el albergue más original hasta ahora, el Club Deportivo Esmeralda, con el bingo de la ciudad, su bar de lugareños, y su gran salón de trofeos de fútbol.
Desde aquí organizamos el viaje al Parque Nacional de Torres del Paine.
Sus dos circuitos más conocidos y codiciados (incluso por hacerlos la gente paga a porteadores) son la O (8 días) y la W (5 días). Ésta última iba a hacer.
Cuando la haces, comprendes la importancia de este Parque. Desde inmensas montañas de granito, a lagos, a glaciares, a valles, a riscos, a fauna y flora, climas diversos, Campo de Hielo Sur, miradores, ascensos casi a 4 patas, senderos de kilometros y gente de todo el mundo.





Las torres del Paine




Valle del Francés





Glaciar Grey





Lago Pehoe

 El mirador de las Torres, el Valle del Francés (en mi opinión el más increible), el glaciar Grey (nada que envidiar al Perito Moreno), el Paine grande, colosal, el lago Pehoe, de un azul turquesa que bordea sus pequeñas islas.
Todo en todas sus partes, único, emocionante.
Y, también, la parte incomprensible de zonas privadas, exclusivas, elitistas.
Además de las nuevas actitudes de la gente, de estos tiempos del montañismo.
De cómo evadir el ascenso incipiente de la posmodernidad, en el individualismo del yo contra el otro, si desvirtua la pureza de la montaña, en la negación de un saludo, en la empatía del cansancio.
De cómo recuperar el espíritu solidario, el compañerismo asociado, si se prioriza una foto reflex de un espectáculo natural del que nos hemos alejado.
De cómo objetivizar la crítica, de la relación del individuo con la naturaleza, cuando ahora lo que cuenta es el turismo en masa, prevalente de lo privado.
Nostalgia del antaño, de la aventura, de lo inesperado, del respeto al desafío, de la energía en el recuerdo de lo observado.
Otra experiencia, más realidad, más viaje.

EL CALAFATE

Otro destino turístico en exponencial crecimento, debido a su cercanía al monumento por excelencia de Argentina, el glaciar Perito Moreno.
No tan concurrido, ya que va acabando la temporada alta, sus calles dan clara señal de un turismo más organizado, mezcla de mochileros y clases más adineradas llenando hoteles y restaurantes.
Nos alojamos en el albergue El Mochilero (25 pesos) con un ambiente juvenil tan caótico como inesperado.
Aquí todo tipo de historias y viajes se cruzan, dando diferentes visiones desde diferentes perspectivas.
Para ir al Parque Nacional de los Glaciares, donde se encuentra el Perito Moreno, entre otros glaciares y el Campo de Hielo Sur (toda esta zona es una de las reservas de agua dulce más grandes del planeta), hay autobuses de ida y vuelta, pero si vas pronto por la mañana, te pueden llevar a dedo.
Algo que no se consiguió, pero negociamos con la señora Katy, la mejor remissera de El Calafate (tipo taxi), un precio excepcional, y entrar como argentino, pagando menos de la mitad del precio del turista extranjero. Así da gusto.
Lo que se vé dentro, no sé si hace falta contarlo.
El glaciar es inmenso, 60 metros de alto y 600 bajo el agua, el único del mundo que no retrocede y avanza cada día 2 metros, un azul perfecto, una visión imborrable, una magnitud que sobrepasa el horizonte.
Alguién te tiene que despertar cuando tu visión se queda atrapada en sus picos y grietas, mientras esperas que un trozo se desprenda y cree un sonido tan estremecedor como armonioso. Un espectáculo.
Tras éste, el resto de glaciares parecen de juguete.
Y podrías estar mirándolo horas y horas, observándolo, escuchándolo.

EL CHALTÉN

Primera parada dentro del Parque Nacional de los Glaciares, y uno de los pueblos destino turístico para escaladores y caminantes varios. Su principal atractivo es el monte Fitz Roy, imponente mole de granito que se desliza sobre el cielo, y que ha sido el causante de más de una víctima en sus intentos por ascenderlo. Aquí el clima es totalmente cambiante por segundos, y el viento azota como si le fuera la vida en ello.
El Chaltén, tiene realmente sólo unos 20 años, y está en plena expansión turística. Nació como un conflicto territorial con Chile, y en breve, se pagará por hacer los gratuitos y accesibles trekkings que hay ahora.
La subida al Fitz Roy, es espectacular, no muy dura (tan sólo en su último tramo) y fantásticamente paisajística. Y una vez arriba, te lo encuentras. Aunque ya visto en fotos, impresiona.

Más fácil es la ascensión al Cerro Torres. Así que, para complicarlo más, intentamos subir a su glaciar, justo después de una señal que recomendaba no pasar de este punto.

Tras surfear colina abajo en vertical, mientras las piedras se desprendían a nuestro paso, y golpeaban nuestras caras los suaves copos de nieve, violentados por las cambiantes e impredecibles ráfagas de viento, nos dimos cuenta tras un largo descenso, que por tan sólo un par de metros, no podíamos cruzar un torrentoso río, y escalar el glaciar, innovando así este trekking.

En la subida, tónica común con este clima, tras surcar cascadas y matorrales, perdimos la referencia y a nosotros mismos, consiguiendo en última instancia el retorno al pueblo, con el apuro de la inminente caída de la noche.
Pero la oscuridad se rindió ante la luminosidad de una hermosa luna llena. Imponente en la magnífica perfección de su esfera, más cerca que nunca de la Tierra (al menos hasta dentro de 18 años), nos guió en los obstáculos y las sombras del camino, llegando a tiempo para emprender el viaje a El Calafate.

PARQUE NACIONAL NAHUEL HUAPI

SECCIÓN MONTE TRONADOR

Tras 3 días en el Parque, la verdad es que no encuentro palabras para describir, la magnitud de la belleza de este monte.
Decir de sus 3.475 m., frontera internacional con Chile, pico más alto de la zona, glaciares, cóndores y lagos.
Desde el glaciar Ventisquero Negro, hermano moreno del Perito, a los glaciares de la cumbre, en constante derrumbe. De ahí, el nombre de Tronador, cada pequeño trocito de glaciar que cae, hace temblar todo el valle, constatando el sonido de la naturaleza en movimiento.





Ventisquero Negro





Glaciar en la cumbre del Monte Tronador

 Y, que decir tiene, la sensación de caminar encima de ellos, mientras observas el empequeñecimiento del resto de cerros del Parque.

Y, si aún me quedaba la mínima atadura mental, que impidiera fluir la libertad de la esencia de mi interior, ésta quedó evaporada, tras observar el planeo de los cóndores, por debajo de mi visión.
Majestuosos en su envergadura, con una tranquilidad absoluta, sintiéndose aire, siendo el viento recorriendo sus plumas.
Pasan las horas en completa hipnosis, sintiéndote parte de su vuelo.

Luego llega el momento surrealista del ataque de un aguilucho, en el Mirador del Valle.
Sin conocer la cercanía de su nido, y verlo venir desde el horizonte en la alturas, directo a mi cabeza, tal cual kamikaze, la sensación de asombro y sorpresa, te hace comprender, que ese es su territorio y que yo debo bajar al mío.
Mientras me sigue en el camino un gato atigrado al que llamo Señor.
Por cierto, ¿por qué los pilotos kamikazes llevaban puesto el casco dentro del avión?

BARILOCHE (5)

Observando el abandono del ferrocarril en Argentina, culpa de la privatización, y el supuesto interés de un nuevo partido de izquierda (Proyecto Sur, de Pino Solanas, director de documentales de culto como Memorias del Saqueo), por recuperarlo y nacionalizarlo, me viene a la mente un magnífico documental, que reseñar: El tren blanco.

Memorias del saqueo   http://video.google.com/videoplay?docid=-4477082254339304915#

BARILOCHE (4)

Sólo un breve apunte.
Los israelitas entran a los 18 años al ejército obligatorio, 3 años los chicos y 2 años las chicas.
Cuando acaban, con el dinero que les paga el Estado de Israel por entrenarles para masacrar palestinos, se recorren Suramérica durante un año.
A esa edad adolescente, con la prepotencia innata de jodido sionista, con la liberación del servicio militar, con dinero, y viajando en masa (hay todo un turismo mochilero preparado sólo para israelitas), no hay dios que los aguante (nunca mejor dicho).
Y, no sé como, estoy alojado en un hostel con 60 de ellos.
Así, que me vino a la mente una canción para dedicarles.

BARILOCHE (3)

Uno de los mejores puntos panorámicos de Argentina y Suramérica, es el mirador del Cerro Campanario.

 Desde su cima se pueden contemplar gran parte de los lagos y cerros del Parque Nacional. También se observan grandes mansiones con sus embarcaderos privados, protegidas, resguardadas. Pero no seguras, cuando la tensión inherente a la desigualdad social vuelva a reventar, y el Parque Nacional sea del pueblo y no del capital.
Como cenit, aparece en la península Llao Llao, el hotel de su mismo nombre, tan imponente como elitista, sede de la V Cumbre Iberoamericana.

BARILOCHE (2)

El cerro más conocido es el Cerro Catedral, la mejor estación de esquí de Suramérica, vacía ahora, y comienzo de un trekking de ascenso al refugio Frey, base de escaladores en verano.



Refugio Frey

 El ascenso es sencillo, si no tienes que luchar contra la lluvia y el viento, que lo complica.
Llegando goteando, me encontré el refugio repleto de escaladores cobijados de la adversidad, así que, aprovechando un claro en el cielo, subí al filo del cerro.
Espectaculares vistas, otra nueva sensación de libertad.

Al bajar, buscando la vía fácil, aparecí en otro lado del pico. Y, a la vez que arbustos aparecieron tiendas de campaña de verde camuflaje, que me hicieron sospechar de la presencia de "milicos".
En efecto, tras bordear arbustos y rocas, aparecí en medio de unos 20 militares en maniobras de montaña.
Eh...hola!...todo bien!!??...mucho gusto, esto...yo ya me iba!!! jajaja (caras de asombro).
Que se vayan de la montaña, que se vayan todos!!

BERSUIT  Sr. Cobranza

http://www.youtube.com/watch?v=XH1b247DUJE&feature=related

BARILOCHE (1)

Apuradas las últimas birras, cenas y celebraciones, terminando en el carnaval de El Bolsón, es hora de escapar de esta ciudad.
Atrás quedan artesanos, hippies, pijippies y trotamundos varios, experiencias y amistades.
San Carlos de Bariloche, o como se le conoce internacionalmente, Bariloche, cambia radicalmenete la estética de ciudad. Ya no se ven rastas y colores, pasando a la ropa deportiva de montaña y a un turismo más exclusivo.





Centro turístico





Lago Nahuel Huapi

 Bariloche es la meca del esquí en invierno, y de la escalada y mountain bike en verano, además de pertenecer al Parque Nacional de Nahuel Huapi, rodeado de lagos y montañas, el primero en Argentina (con el lago principal y su leyenda: El Abuelito, que tiemble Nessy)
Eso hace que las calles cercanas al centro turístico (cerca del lago), estén llenas de locales comerciales turísticos, mientras colina arriba se sitúan los barrios de clase obrera (abajo y a la izquierda) y alguna villa precaria más conflictiva. El año pasado, estalló el conflicto, al asesinar la policía a 3 chavales, manifestándose la clase baja en masa en la zona turística y boicoteándoles la temporada de invierno durante un mes. Sólo echando un vistazo colina arriba, se ve la diferencia clasista en esta ciudad.
Tuve la suerte de pasar unos días, en la humildad de estos barrios, y conocer el día a día, tomando unos mates y comiendo con ellos, a la vez que acabar surcando las calles en un coche tunning a ritmo de cumbia y metal extremo (sí, curiosa mezcla).
Terminar la noche en el Che Papá ( Jonh O´Connor con Mitre), comida vegetariana/vegana y rock, es una gran opción.

EL BOLSÓN (3)

Observado desde cualquier punto de la ciudad, asciende hacia el cielo, el Cerro Pilquitron, lugar de cóndores, grandes miradores y el Bosque Tallado.



Bosque Tallado




El Bolsón



EL BOLSÓN (2)

Si algo caracteriza a esta zona de Argentina es la precordillera andina, llena de cerros, lagos y glaciares, que conforman un ecosistema único.
Hay varios puntos de trekking muy interesantes para ascender, y se pueden unir, permaneciendo así 5 días en la montaña.
Es lo que hice.
Espectacular la subida al glaciar del Cerro del Hielo Azul, donde queda la evidencia del estrago que va provocando el cambio climático, lugar a lugar, punto a punto, vida a vida. El glaciar retrocede, el ecosistema se altera, pero la vida sigue emergiendo.





Subida al glaciar del Cerro Hielo Azul



Como emerge entre los cerros el Río Azul. Su azul turquesa hace sumergir tu mente en toda una gama de sensaciones, provocadas por sus aguas y alimentadas con alguna que otra inmersión refrescante.





Río Azul

 La gratificante subida al refugio Los Laguitos, el más alejado de todos, te reencuentra con la armonía y el silencio, en la tranquilidad del bosque, mientras pruebas los frutos de sus arbustos, y el agua de sus cauces, hasta llegar a la magnificencia de los alerces (lahuán en lengua mapuche, "ancianos"). Enormes formas de vida de hasta 3000 años, que buscan surcar los cielos, mientras sus raices mantienen la firmeza en la tierra.
De alguna manera, te sientes protegido por estos gigantes.



Alerces

 Desde El Bolsón se puede acceder al Parque Nacional del Lago Puelo. Mezcla de ecosistemas argentinos y chilenos.



Lago Puelo

 Un lugar ensoñable y tranquilo, alterado por un gran incendio, provocado posiblemente por fines especulativos (según la vox populi), que causo unos días de pánico en la zona.
Evacuciones, casas quemadas, mucho humo y fuego.
Se estaba conviertiendo en un incendio incontrolable, por la altísima temperatura del fuego, muchos focos abiertos, el calor, y los vientos, además de una zona de extensa vegetación. Los aviones venidos de varias ciudades no conseguían apaciguarlo, y el viento desplazó el fuego 30 kms. en un día, creando una situación de alerta a los vecinos de varias localidades.
Nosotros no andábamos muy lejos.
Al día siguiente, casualmente rompiendo los casi 30 grados de temperatura de días anteriores, comienza a llover, lo suficiente para apagar el fuego, y volver a emerger el sol y el calor.
El Bolsón.