Desde su cima se pueden contemplar gran parte de los lagos y cerros del Parque Nacional. También se observan grandes mansiones con sus embarcaderos privados, protegidas, resguardadas. Pero no seguras, cuando la tensión inherente a la desigualdad social vuelva a reventar, y el Parque Nacional sea del pueblo y no del capital.
Como cenit, aparece en la península Llao Llao, el hotel de su mismo nombre, tan imponente como elitista, sede de la V Cumbre Iberoamericana.
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