EL BOLSÓN (1)

Epicentro de culturas alternativas, artesanía, permacultura, hippismo, montañismo...
Un pueblecito pequeño situado entre montañas donde confluyen mentalidades en sincronía e inquietas.
No te deja indiferente, siempre en constante actividad, removiendo conciencias.
Desde la noche rockera de los bares, a los teatros a la gorra, los malabares, el circo clown o esas tardes relajadas con una birras en la concurrida Plaza del Pagano, convergencia del todo.
Tras 3 días de constante actividad en el pueblo y en el albergue en el que me hospedo, "Vamos al Bosque" (lo más económico al margen de los campings, un poco alejado pero en pleno bosque, onda muy hippie), encaminamos nuestra mente hacia el Festival de psychedelic trance MOONFLOWER.

Cartel del festi

Posiblemente el más numeroso de Suramérica, dentro de su estilo, y contando sólo con 2000 personas.
Une la musica electrónica, con la naturaleza, la permacultura, las culturas alternativas, los pueblos originarios (mapuches), chamanismo...
Situado en la más absoluta naturaleza (es una odisea llegar), rodeado de grandes picos y un río, desprende armonía neochamánica.

La total tranquilidad del brillo de la luna llena, en su máximo esplendor, y las estrellas, tan cercanas, se ven alteradas por las ininterrumpidas sesiones de psychedelic trance, en sus diversas variaciones (24 horas seguidas durante 5 días).
Realmente se puede alcanzar el trance, al menos la mente se evade de la realidad presente, para enlazar con la sincronía del entorno. Pachamama te arropa.
Tras tres intensos días, toca hacer dedo para retornar a El Bolsón, única manera posible, y a unos 90 kms.
Hay suerte nos recoge gratis un autobús.
Buscaré en los sueños el nuevo amanecer.

PARQUE NACIONAL LOS ALERCES

Sencillamente increible!!!
Desde el trekking de 12 horas de duración, de dificultad "no te mueras y respira", con vistas a los picos nevados, cerros, lagos y sus playitas glaciares (que rico el bañito), hasta los rios, fauna y anocheceres.
Se puede acampar gratis y permanecer en la naturaleza indómita durante días.




Laguna Escondida




Rio Arrayanes

 Además todos los trekkings los une un nuevo proyecto llamado Huella Andina. Curiosamente al llegar al último tramo, me dí cuenta de que aún no estaba finalizado y no había señales. Muy argentino.
Pero la idea es formar una ruta de trekking bestial, emulando al Camino Inca.




Vista desde La Portezuela




Playa Blanca




Lago Kruegger

 El tercer día (fueron 4 en total en el Parque) subí a la Laguna Escondida para ver el anochecer, en un momento de evasión mental absoluto. El espectáculo te hace recordar la libertad total del entorno, sincronizado con tu esencia.
Pasan los minutos, podría estar una vida observando, pero oscurece.
Ya no es posible bajar al camping, así que monto, ante la presencia de la quietud de la oscuridad, mi tienda de campaña en una esplanada.
No hay movimiento, todo está tranquilo. Me confío.
A los pocos instantes intentando conciliar el sueño, entre la aparición del viento y la lluvia, algo golpea la lona de la tienda.
Oigo una respiración. Silencio. Mucho silencio.
Sólo se oye mi respiración acelerada que intento contener.
Mis ojos se abren en su máxima expresión. Permanezco inmóvil.
Más silencio.
Parece que llevo una vida esperando, sólo han transcurrido unos segundos.
Decido con cuidado abrir la cremallera, ahora es la noche la que se ha adueñado de mi esencia.
No sé que puedo encontrar, un ratón, un pájaro, una vaca, un puma. Es zona de pumas.
No veo nada. Rápidamente tomo unos troncos y ramas y me hago una pequeña fortaleza, salvando las distancias. No es firme, pero algo protegerá.
La noche es larga, muy larga.
No soy consciente de haber dormido mucho. Realmente no sé si llegué a dormir.
El canto de un pájaro. Le siguen otros. Aparece la luz. Amanece un nuevo día.
No pierdo tiempo, desmonto la tienda y bajo al rio.
El baño me purifica. No noto el frio glaciar.
Acabo el trekking. Increible. Sencillamente increible.



Fortalecita jajaja

 Regreso a Esquel y tomo rumbo a El Bolsón.

ESQUEL

Ciudad tranquila, en parte turistica todo el año, en invierno estan las pistas de esqui de Las Hoyas, y en verano la cercania de los Andes para hacer trekking, en el Parque Nacional de Los Alerces. Alla me dirijo.
Pero antes, caliento motores, entre algunas birras, por la zona.
Interesante la Laguna de La Zeta y el Cerro de la Cruz.



Laguna La Zeta




Esquel desde el Cerro de La Cruz



PUERTO MADRYN (2)



Boleto de Punta Loma



PUERTO MADRYN (1)

Punto de entrada para ver la fauna de la Reserva de Peninsula Valdes, Patrimonio de la Humanidad. Al no ser temporada de avistajes de ballenas, hay menos turismo, pero los precios de los hostels se mantienen igual. Son todos parecidos, cada cual con su personaje mas entrañable y extravagante.
En la ciudad coincidi con un concierto especial de verano en domingo, de Soledad, interprete folk de renombre en Argentina, que congrego a toda la ciudad, mucha gente.
Mientras tanto sigo intentando mejorar mi acento argentino, desde que vi que los precios de entrada de los zonas naturales protegidas son 4 veces mas caras para los extranjeros, pero es duro, el acento riojano es el acento riojano.
Al principio no funciono, ale tomad los billetitos.
La Peninsula Valdes es un sitio increible, en cuanto a fauna, ya que la flora de Patagonia es muy seca y desertica. Como prueba las rectas al infinito que hacen las carreteras cuando vas cruzando las provincias.
A resaltar en cuanto a fauna inquieta, una pelea de machos de elefantes marinos, unos 3000 kg de bicho, que hacia retumbar el suelo y alteraba el silencio de la zona a metros de distancia.





Lobos marinos en Punta Piramides




Elefantes marinos cabreados




Punta norte

 Los pinguinos me siguen pareciendo el animal mas entrañable del planeta, y las enormes colonias de lobos marinos, consiguen evadir tu mente a otra dimension, mientras observas su panza arriba aguantando los rayos solares sin proteccion de la capa de ozono.



La clase y la gracia

 Todo es un gran espectaculo visual, pero voy a contar otra realidad.
La historia comienza bajo un sol del "carajo", mientras me dirijia a una zona protegida para ver otra colonia de lobos marinos. Es un paseo al borde de la costa de 17 kms. Era una buena idea, cuando no habia salido del todo el sol. Ahora me empezaba a fundir en la arena. Tocaba hacer dedo. Bingo!! una maravillosa familia me recoge. Llegamos, y consigo hacerme pasar por argentino. yeah!!.
Mientras miramos los lobos marinos y hablamos, pasa una embarcacion con turistas haciendo fotos, lo que nos hizo darnos cuenta de una situacion muy particular. La llamare COMO PRIVATIZAR LA FAUNA.
Hace unos años habia 2 miradores, pero argumentando que uno no era estable y seguro, lo cerraron, casualmente cuando empezaban las excursiones a ese punto de turistas que, pagando 600 pesos, pueden bucear con los lobos. La zona se queda tranquila, nadie les ve, nadie les molesta, y ellos pueden hacer lo que se les antoje, sin ninguna proteccion de guarda faunas. Nos confirma nuestras sospechas el guardafauna de Punta Loma, el sitio en cuestion.
A la vuelta, el conductor de mi improvisado transporte, biologo del estado en materia ambiental y entusiasmado ecologista, me comenta la corrupcion institucional en el tema del proteccionismo ambiental, que curiosamente pertenece al Ministerio de Turismo. Y como esta hay otras tantas historias a lo largo de Peninsula Valdes.
Tras 4 dias de ensimismamiento con la vida salvaje, cruzo el pais hacia las montañas.
Rumbo Esquel.

BAHÍA BLANCA (2)

Bahía es una ciudad acogedora pero acomodada y "empijada". Alguien me dijo que tiene delirios de una pequeña Buenos Aires.
Una vez que te paseas por la Plaza Rivadavia, centro de la ciudad, y te acercas a unos miradores en la parte norte, no queda más que intentar visitar el puerto.
En Bahía Blanca se une la desembocadura de una ría y el Océano, pero no deja playa, y en la ría nadie se baña de lo contaminada que está.
Esto forma un ecosistema curioso que me acerqué a ver.
No sé en qué momento interprete mal el plano, pero el puerto está tan lejos que pasa a ser otro pueblo distinto, llamado Ingeniero White.
Tras andar y andar, tuve que tomar un autobús que me acercara (si te haces el loco y dices que no tienes tarjeta de bus ya que no sabías que la necesitabas, te dejan pasar).
Me bajé en la entrada del puerto, justo enfrente de un bar muy encantador, la sed apretaba.
En el bar La Piraña no tienen cervezas pequeñas, así que sin darte cuenta te plantan un litro y toca hablar con la gente hasta que baje (en este momento todo el bar espera a que digas algo).
Así me entero que el puerto de Ingeniero White está privatizado desde la época de Ménem, que los trabajadores tienen controlado el acceso al puerto, que los residuos tóxicos de las diferentes fábricas y en sus diferentes procesos de producción son vertidos a la ría dejándola como uno de los puntos más contaminados de Argentina, que es el punto de carga de soja transgénica (mayor plantación de soja en uno de los mayores exportadores del mundo), recogida y transportada por Cargill (mayor multinacional corporativa de EE.UU.), que nadie puede hablar, la policia (ya de por sí corrupta) protege, los líderes sindicales se enriquecen por callar, y además ondea la banderita yanki.
Regalan barquitos a los pescadores de la ría para normalizar la situación y mantienen las arcas de los señores que conforman el consorcio de gestión del puerto.
Se acaba el litro, el ambiente está animado, y está gente gozando contando la movida, yo también, pero hay que entrar al puerto. Cojo la mochila. Allá vamos.




Entrada al puerto

 



Barquitos pesqueros

 



Cargill, zona de procesado y transporte de soja






Ironía

 
Me miran raro, no creo que estén acostumbrados a que pasee alguien por allí con una mochilita.
Me miran más atentos aún cuando saco la cámara de fotos.
Pero mi cara de "guiri" despistado les convence. Entro.
Ágil, que se diga ágil, no voy con mi bulto en la espalda, por eso no llego a ver nada comprometido. Pero dejo alguna foto como reporte informativo de la situación.
Hay bastante gente con planos y cascos. Coches. Obreros. Movimiento. Me vuelvo a la ciudad.
En la estación de trenes me dicen que ninguno baja hacia la Patagonia, así que tomaré un bus hacia Puerto Madryn.

BAHÍA BLANCA (1)

Es increible el tren que te lleva a Bahía Blanca. Una mezcla de montaña rusa con la mejor tecnología en amortiguaciones y en un promedio de 15 horas, yeah...la verdad es que es una gozada y como sale por la noche eso que te ahorras en alojarte, es barato y no va muy lleno, así que te puedes tumbar para intentar dormir entre salto y salto. Sale de la Estación Constitución y es la manera más barata de ir bajando hacia la Patagonia.
La gracia fue que la ventanilla de mi lado recibió un golpe de no se qué y se empezó a rajar, entraba el aire, pero no fue a más. Igual el próximo que se monte lo flipa y se le cae encima, jeje.

BUENOS AIRES (4)

Tras un intenso fin de semana, con una fiesta en una mansión rústica en Hurlingham (afueras de Buenos Aires), cena-fiesta en la casa de unos geniales artesanos-artístas del barrio de  San Telmo y alguna birra más, he decidido, tras unas variables muy interesantes, bajar para el sur para aprovechar el clima. Aunque volveré, lo más seguro, a Buenos Aires. Algo tiene que engancha y el barrio de San Telmo da muy buen rollo. Además, alguna cosa se me ha ocurrido para ganarme la plata.
Cuando empiezas a conocer la parte menos superficial de la ciudad, se abren nuevos horizontes. Y hay gente de muy buena onda que te hace verlo así.
Un poco de música argentina...