31 agosto 2012

DENVER

Los primeros instantes, tras descender del avión, que cruzó, lo que además del espacio físico, sería el cambio del panorama cultural, la diferencia entre las dos partes del mismo continente, fueron los más inquietantes. Los oprimidos y los opresores. Esas dos caras de la historia que siempre habían estado presentes y que ahora iba a comprobar de cerca. Ya me había idealizado mi llegada a los Esatdos Unidos, y tenía claro la levedad y la imperiosa necesidad de darle su carácter temporal a mi visita. Una parte importante de comprensión de la realidad que se vive aquí, para comprender un todo holístico, en la interpretación subjetiva del continente. Y de paso ver los diferentes medios de evolución contracultural o directamente postmoderna. También, claro está, estaba mi interés por ver los movimientos del Occupy Denver, o lo que quedara de él. E intentar encontrar algún trabajo. Primer objetivo.

Pero antes que todo esto, tenía que pasar por la aduana del aeropuerto, e intentar entablar una conversación, con mi trastabilado inglés, que convenciera a esa involución humana que es un policía de USA (algo que creo que se debiera investigar desde los círculos académicos más selectos, la capacidad de separarlos del Homo sapiens sapiens e incorporarlos a otro nuevo de humanoides con reacciones no razonadas e impulsivas, aquí en Denver hubo sus casos graves de palizas policiales comparadas a la de Rodney King en Los Angeles, que tras su muerte, trajo de recuerdo los casos sin resolver en esta ciudad) de que quería permanecer el máximo tiempo posible para hacer turismo nacional. La excusa para un margen de meses suficiente y permanecer más tiempo para recuperarme economicamente en el país.
Mi nerviosismo se acrecentó al ver la mole inmóvil, gestualmente hablando, de poli que me tocó. Al final, optando por el momento de la ingenuidad del niño que no se entera de nada, conseguí el máximo permitido de seis meses. Ya estaba dentro. Joder.

De aquí, los contrastes no se hicieron esperar. Aunque el aeropuerto queda lejos de la ciudad, al ir acercándonos iban apareciendo todos esos estereotipos asimilados de la cultura local. A saber, coches enormes, movidos por la gasolina subencionada en el país, y la necesidad de un coche por persona, debido a la distancia entre barrios residenciales, barrios dentro de la misma ciudad, o lo que sea ya que todo el mundo usa el coche para todo. Los autobuses interurbanos son escasos y los de la ciudad sólo los usan las clases más humildes. Por cierto que Denver es la ciudad de los conspiranoicos, muchas de ellas se encuentran en el aeropuerto, con los murales del fin del mundo y nuevo renacer, con el caballo que mató a su escultor, con la supuesta ciudad que aparecería en el subsuelo de éste, o la forma de esvástica de su estructura, oficialmente parecida a las Montañas Rocosas.



Luego aparecerían los rascacielos (no hay muchos y no son muy altos, de hecho no se pueden construir ni más, ni más altos por normativa municipal, para no tapar la vista de las Montañas Rocosas que se aparecen al oeste), las grandes avenidas (Colfax es la más larga del mundo, como Avenida), las casas coloniales, los nuevos edificios modernistas, e imágenes e imágenes.







Si hubiera elegido ua ciudad para desembarcar en Estados Unidos, es ésta sin duda. Su tamaño la hace asequible para moverte bien. Para organizarte, pasar desapercibido y a la vez, no ser tan alienante, como las grandes capitales. La población inmigrante es amplia, lo que se nota en la diversidad local, con un 35% de latinos.


La mentalidad es bastante ambientalista (es la única ciudad que boicoteó su propia elección como sede de unos Juegos Olímpicos, por la negativa del voto ciudadano, por la destrucción y especulación que conllevarían aquellos), está rodeada de naturaleza, y las calles repletas de zonas verdes y grandes arboledas, se mantiene la cultura de alimentación orgánica y lo más local posible (no se ven esos grandes casos de obesidad mórbida, que se imagina uno de los yankis, Denver tiene el menor índice de obesidad de todo el país, el deporte está muy extendido), es la ciudad con más carriles para circulación con bicicletas. Tiene una idealización de la vanguardia cultural en lo artístico, por estar llena de galerías de arte (el centro complejo artístico reune los grandes museos y la biblioteca municipal, en una cuadra), con su intensa actividad musical, teniendo la mayor cantidad de conciertos de grandes bandas, al estar entre Chicago y Los Angeles. También cuenta con la legalidad de la marihuana terapeútica, con tu carnet que te da el médico si vas y le dices que no duermes bien por las noches, luego vas al dispensario y entras con tu carnet y eliges la marihuana que te apetezca. Las calles huelen a maria por todos lados. Además de la historia del Estado, de los primeros habitantes del país (los anasazi), de los diferentes pueblos derivados de ellos, del exterminio de éstos y su hacinamiento en reservas, de la posesión de los territorios por México, de la pérdida de ellos, y la creación del Estado de Colorado, por el río del mismo nombre.

Arte urbano

El Oso Azul


Capitolio

Civic Park

Biblioteca Municipal



Obey

Denver desde el Museo de Arte Contemporaneo


También tiene su contraparte. El Estado de Colorado alberga la pena de muerte. La mayor fábrica de armas de los Estados Unidos, la Lockheed Martin. En Denver, está una de las diez sedes de la Reserva Federal, principal mal del planeta.  La sede de la minera Newmont, culpable de la destrucción de la comarca de Cajamarca y directamente asesina de varias personas, en la batalla que se desarrolla actualmente en Perú, ante la impasibilidad internacional y mediática. Lugar de la masacre estudiantil del colegio de Columbine, narrada en el documental de Michael Moore Bowling for Columbine (por cierto la columbine es la flor del estado). La nueva masacre, actual, de Aurora en el estreno de Batman, algo que ha dado lugar al debate público de la derogación o cambio de la Segunda Enmienda de la Constitución, donde se justifica el uso de armas para la defensa del país, algo obsoleto, pero que los intereses de la Asociación Nacional del Rifle, mayor lobby, no van a permitir, y que ninguno de los dos candidatos a las presidenciales, de Noviembre, va a asumir. Resumiendo a nadie le interesa hablar de ello en este país, donde hay casi un arma por habitante, y donde sucesos como éste, pronto pasan al imaginario colectivo, o ni eso. Todo el mundo da largas sobre el tema, y su dura un poco más en los medios, es por la repercusión mundial, al ser la mayor masacre de este tipo, y por sus circunstancias, pero ya va a menos, hasta el olvido. Se mantienen las websites donde se venden armas, las armerias, y la inseguridad, el miedo, eso que hace protegerte de todos los demás como enemigos potenciales.


Porque si algo está más que claro, cuando ves el día a día en este país, es que se vive en la sociedad más manipulada del mundo. Atrás quedan los paises comunistas, las dictaduras, o cualquier diferencia con el sistema capitalista. Éste ha conseguido crear una sociedad de ignorancia, miedo, individualismo extremo, fanatismo religioso (que mueve al fanatismo político), y la ausencia total de empatía de los individuos. Hay excepciones, que confirman la regla número uno, pero la pasividad individual es total. Una población sin más referencias que el American Style of Life, que hace que sean 49 millones de personas las que vivan en la pobreza, y 97 millones más las que están cerca del umbral, la suma es la mitad de la población del país. Que haya una casa vacía por cada homeless, sólo en Denver hay 12.000, que se tienen que sortear las 2.000 plazas de alojamiento social para las noches, que en invierno son duras, donde incrementan el número de muertes en las calles.
Pero todo el mundo puede pisar al otro por estar entre los elegidos, y no plantearse de dónde vienen los problemas. El sindicalismo está casi extinto, y la izquierda practicamente no existe. De hecho cualquier Ong maneja cantidades de dinero enormes y grandes edificios de oficinas. La únicas disidencias se acercan más al anarquismo, que a cualquier movimiento social, éste fue el gérmen del movimiento Occupy, ahora con bastante menos seguimiento. Abrumadora aquí la diferencia de paises y movimientos comparado con España, dónde deberíamos tener cuidado de no acabar como aquí, siendo ésta la vía actual seguida por los fascistas neoliberales del PP.

La ciudad es la ciudad de la milla de altura, lo que hace notar la diferencia de presión, aunque no tanto si vienes de las alturas de Suramérica, pero si lo suficiente cuando te tomas unas cervecitas. Porque la cerveza es el bien más preciado en el Estado de Colorado, que cuenta con cientos de ellas distintas, de cualquier tipo y sabor, artesanales, microcervecerías, o la Coors, que cuenta con la cervecería más extensa en producción del mundo, situada en Golden, a unos kilómetros de Denver.
 

Coors

Por otro lado está el clima. Mucho calor, cambiado por lluvias veraniegas, pero sobre todo sequedad, provocada por el fuego veraniego, los incendios han arrasado en el estado este verano, destruyendo una cantidad de hectáres nunca vista. Nuevas investigaciones le ceden la culpa a unos pequeños escarabajos que están atacando a los pinos, que componen en su mayoría los bosques nacionales, secándolos y provocando la mayor propagación de los incendios.

Tras las primeras fiestas de bienvenida, primeras caminatas por la ciudad, primeros intentos de entender el idioma extraño que hablan aquí (dudo que venga del inglés, jeje); ponerme al día con la situación del país y el comienzo de la batalla electoral (donde Obama, que ha seguido una política brutal contra la inmigración, ahora para ganarse el voto de la población inmigrante, casi el 40% del país, ha redactado y aplicado la nueva ley del DREAM Act, que formaliza la situación ilegal de los menores de 30 años, auténtico oportunismo); observar la cultura local, la idiosincracia del capitalismo aplicado en el consumo (nadie usa dinero en metálico, se puede pagar con tarjeta de crédito en todos sitios, nadie cocina, todo o casi todo el mundo come fuera o pide a domicilio. Todo está organizado para que no hagas nada, o lo menos posible); ver una charla de la primera dama Michelle Obama (aquí pude comprobar que cualquier partido, demócratas o republicanos son la misma mierda, más o menos radical, la gente está adoctrinada, idealiza a sus líderes que cuentan mentiras populistas y oportunistas, van en masa a verlos como si fueran estrellas de rock, y los alaban, mientras en la charla aplaudían guerras como la de Libia, sin saber dónde está. La política exterior de Estados Unidos no interesa a casi nadie, aunque seas demócrata defienden a muerte lo que haga su país con total disposición para invadir lo que le plazca, ese no es el problema de los ciudadanos, que sólo quieren que las cosas no sean caras, tener seguridad, dinero y todo el consumo posible. La comodidad está demasiado instaurada para preocuparnos por nadie más. Por lo menos Denver es demócrata, que podía ser peor, aunque es el único estado que nunca se decanta por nadie, al norte y Denver son demócratas, mientras al sur y este republicanos, además de estar rodeados de todos los demás estados republicanos y superconservadores); primeros conciertos (las salas son teatros con un sonido buenísimo); finalmente, nos instalamos en un pequeño departamento, no muy alejado del centro.

Mítin de Michelle Obama, fanatismo demócrata




Para pagar el alquiler, hago algún trabajo de jardinería, no tengo papeles para trabajar legalmente, e intento vender algo de artesanía, mientras busco si consigo algún trabajo en cocina, donde todos son mexicanos, y cambio la legalidad de mi situación. Es dificil, pero en esas estamos.

También andaba expectante de como se desarrollaría el Cuatro de Julio, el Día de Independencia. Pues sin fuegos artificiales que están prohibidos, y sin nada en especial. La gente hace fiestas en los jardines, con sus barbacoas, y sus cervezas. Yo acabé el día hablando, o intentándolo, con un exmarine que, crítico con el ejército, con el país y con sus guerras preventivas o de ocupación, ahora se dedicaba a hacer lo contrario, buscando ese equilibrio en su vida, y trabajaba desactivando minas antipersona por el mundo. Gran tipo. Muy fuertes sus historias.

En el mes de Julio, en el City Park, el parque más grande de la ciudad, se realizan conciertos de Jazz, los domingos, donde todo el mundo aprovecha para ir a tomarse unas cervezas con los amigos, jugar a alguno de los juegos de parque que se juegan por aquí (interesante el Kickball, variación del baseball, con las mismas reglas, pero dando patadas a un balón, pero en su variación borracho, con vasos de cerveza en la mano. Es realmente divertido) pasear a los perros, pasearse ellos mismos, sus tatuajes, sus estilos vanguardistas, diferenciación de tribus urbanas, momentos de esplendor postmodernista, comer... En definitiva pasar la tarde de Domingo. El día que fuimos con unos amigos, duró muy poquito. Recién llegados, hubo un tiroteo donde murió una policía, al intentar parar una pelea entre pandilleros. Uno le disparó en la cabeza. Aunque en general la ciudad es segura, como en todos sitios, tiene sus barrios más peligrosos, igual entre ellos destaca el de Five Points, hogar de pandillas armadas. La gente escapó en estampida, obligados a salir del parque por la policía. Poco jazz.


Luego me acerqué a ver cómo anda el movimiento Occupy Denver, y hablar con alguna persona para ver su evolución, iniciativas, ideología y demás. Se había convocado una marcha contra el Neofeudalismo en Estados Unidos. No muy concurrida. El movimiento, aún asambleario, se había reducido bastante, aunque, a difrencia de otras ciudades, seguían con ganas de hacer cosas. Aunque la presión policial es grande. Las minimarchas son ilegalizadas. Sólo pueden ir por las aceras, lo que minimiza su efecto, y lo hace circunstancial. Las acampadas hace meses que se prohibieron, ilegalizando acampar en cualquier parque de la ciudad, cosa que afectó a los homeless, que ahora ya no tienen ese espacio para pasar las noches. Pero siguen intentándolo. Más en este país, que es muy difícil cambiar la mentalidad crítica de sus habitantes, más su capacidad de activismo, y eso se veía en los panfletos que repartían con datos básicos contra el sistema capitalista, pero no con soluciones.
Sea lo que fuere, y viendo llegar los primeros coches de policía en los primeros diez minutos de marcha, todo el apoyo del mundo para este movimiento.





Y, ahora, que ando más ocioso, y establecido, colgaré algún cuento, escritos como colaboración con unos amiguetes argentinos, que llevan la página de Misil Soviético.

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