Un pueblecito pequeño situado entre montañas donde confluyen mentalidades en sincronía e inquietas.
No te deja indiferente, siempre en constante actividad, removiendo conciencias.
Desde la noche rockera de los bares, a los teatros a la gorra, los malabares, el circo clown o esas tardes relajadas con una birras en la concurrida Plaza del Pagano, convergencia del todo.
Tras 3 días de constante actividad en el pueblo y en el albergue en el que me hospedo, "Vamos al Bosque" (lo más económico al margen de los campings, un poco alejado pero en pleno bosque, onda muy hippie), encaminamos nuestra mente hacia el Festival de psychedelic trance MOONFLOWER.
Cartel del festi |
Une la musica electrónica, con la naturaleza, la permacultura, las culturas alternativas, los pueblos originarios (mapuches), chamanismo...
Situado en la más absoluta naturaleza (es una odisea llegar), rodeado de grandes picos y un río, desprende armonía neochamánica.
La total tranquilidad del brillo de la luna llena, en su máximo esplendor, y las estrellas, tan cercanas, se ven alteradas por las ininterrumpidas sesiones de psychedelic trance, en sus diversas variaciones (24 horas seguidas durante 5 días).
Realmente se puede alcanzar el trance, al menos la mente se evade de la realidad presente, para enlazar con la sincronía del entorno. Pachamama te arropa.
Tras tres intensos días, toca hacer dedo para retornar a El Bolsón, única manera posible, y a unos 90 kms.
Hay suerte nos recoge gratis un autobús.
Buscaré en los sueños el nuevo amanecer.